3 segundos. Ese es el tiempo que tiene una página web para captar la atención del usuario. Si somos algo más optimistas, podemos alargar este espacio de tiempo hasta los 8 segundos. En cualquier caso, la usabilidad de una página web juega un papel fundamental para asegurar la permanencia del internauta, y, por tanto, el éxito de una página.
Los usuarios son cada día más exigentes, necesitan obtener aquello que buscan de la manera más rápida y fácil posible. Por ello, la usabilidad web se ha convertido en el verdadero reto hoy en día para las empresas con presencial digital.
Definición de usabilidad web, ¿qué es en realidad?
Si estás al día del marketing digital seguro que has oído hablar de la web usable, pero… ¿entiendes su significado? Vamos a ayudarte con esta sencilla definición de usabilidad web.
Se trata de la facilidad y eficiencia con la que el usuario puede navegar e interactuar con un sitio web. Así pues, el término usabilidad hace referencia a la comodidad con la que el visitante interacciona con una página y se identifica siempre con una experiencia satisfactoria.
Cuando un usuario llega a una página web ya tiene unas expectativas previas acerca de lo que va encontrar en ella. Si sus perspectivas se cumplen podrá navegar con soltura a través de la web, interactuar con ella y encontrar lo que busca cumpliendo sus objetivos de forma óptima.
Para lograr que una web sea user friendly es necesario centrar el foco en el usuario. Debes comprender su comportamiento y tener claro a qué ha venido a tu página para poder ofrecérselo. Piensa que no es lo mismo diseñar una página para un abogado que para un niño, por ejemplo.
¿Por qué es necesario tener una web user friendly?
Sin usabilidad web el visitante saldrá huyendo de tu página web. ¿De qué te servirá entonces haber invertido todos tus recursos en un diseño estético y en un contenido relevante si el visitante no sabe cómo navegar a través de tu página?
Tu máxima como profesional debe ser atraer a tu audiencia y lograr que permanezca en tu sitio web ofreciendo una experiencia de navegación cómoda, rápida, confiable y eficiente. Solo así lograrás las ansiadas conversiones y que las visitas sean recurrentes.
No obstante, favorecer una buena experiencia de usuario no es el único beneficio que obtendrás si trabajas la usabilidad de tu página web.
Estas son otras de las ventajas que alcanzarás si garantizas un diseño web fluido, unos contenidos adaptados y una navegación óptima:
- Incrementar la tasa de conversión ya sea en forma de ventas o suscriptores.
- Disminuir el costo general de adquisición de clientes.
- Mejorar la imagen como empresa al haber ofrecido una navegación satisfactoria.
- Aumentar el tiempo de permanencia en página y lograr que el visitante navegue a través de las diferentes secciones de tu web.
- Reducir el porcentaje de rebote de las visitas que lleguen hasta tu página.
- Mejorar el posicionamiento orgánico (SEO) de tu sitio web.
- Fidelizar las visitas y acrecentar el tráfico recurrente porque la experiencia previa ha sido grata, y, por lo tanto, el usuario querrá regresar a la web.
¿Qué determina la usabilidad de una página web?
Hay una serie de factores decisivos que influyen sobre la usabilidad de una página web. Entre los más relevantes podemos destacar estos 6 que desgranamos a continuación.
Accesibilidad
Una web debe ser accesible para todos los públicos incluyendo aquellas personas con discapacidad. ¿Tu web es accesible para personas sordas o ciegas? Si no es así, no tienes una web completamente usable.
Diseño responsive
Más del 90% de los usuarios se conecta a Internet a través de dispositivos móviles como smartphones o tablets. Para garantizar la navegación, el diseño de la web debe ser responsive, es decir, adaptado a otros aparatos electrónicos que no sean el ordenador.
Así se logra que la visualización sea óptima desde cualquier dispositivo. Este es uno de los errores de usabilidad web que más urge corregir.
Optimización SEO
Para garantizar que una web aparece en los resultados de los buscadores de forma orgánica debe estar optimizada y seguir unas directrices SEO. Si los usuarios están teniendo dificultades para encontrar tu web en Google, tienes un problema de usabilidad.
Contenido de la web adaptado al usuario
Relevancia, utilidad y valor son los tres ingredientes que debe contener todo el contenido que muestres en tu web.
Los textos deben estar adaptados a la lectura en Internet (el usuario no lee, sino que escanea, por ello necesita textos rápidos y fáciles), es decir, que tienen que estar perfectamente estructurados a través de subtítulos, encabezados y elementos visuales.
Diseño web y navegación
La rapidez con la que un usuario localice aquello que busca en tu web haciendo uso de herramientas como la barra de navegación, los menús o los botones determinará una buena experiencia.
Todos estos elementos deben estar diseñados de forma clara para guiar al visitante hacia su objetivo de una forma intuitiva y responder sus preguntas.
Velocidad de carga
El tiempo de carga de tu web es determinante no solo para la usabilidad sino también para el SEO. La lentitud puede hacerte perder clientes y posiciones en el buscador.
5 consejos para comenzar a mejorar la usabilidad de una página web desde hoy mismo
Parar mejorar la usabilidad web podemos actuar en diferentes frentes, ya que como habrás apreciado hasta ahora el término no se refiere únicamente a un aspecto como, por ejemplo, el desarrollo web, el diseño o el contenido.
Una web intuitiva debe reunir un equilibrio de elementos a nivel de navegación, accesibilidad, diseño visual y contenido.
Jerarquiza tus textos
Los textos de tu página web deben ser sencillos, directos y concisos. Resulta fundamental que sepas que los usuarios en Internet ya no leen, sino que escanean.
De esta manera, un visitante rara vez leerá tus contenidos de cabo a rabo, sino que irá escaneando aquellas partes más destacadas del texto como el título, los subtítulos y los encabezados para determinar si es relevante para sus necesidades.
En este sentido, es vital que el contenido esté formateado ya no solo utilizando H1, H2 y H3, sino a través de negritas, cursivas, viñetas y listas.
Además, evita las faltas de ortografía, abrevia los párrafos (no más de 5-6 líneas) e incluye elementos visuales como las imágenes, los gifs, los vídeos o las infografías. Pero recuerda que siempre debes utilizar estos recursos con equilibrio sin caer en la saturación o provocando la distracción del usuario.
Crea contenido relevante
Ahora ya sabes que el contenido de tu web debe ser claro, pero esto no es suficiente. Además, tu contenido debe ser relevante para tu audiencia.
Para conseguirlo necesitas conocer a fondo a tu público objetivo. Debes definirlo, caracterizarlo y averiguar qué metas tiene cuando visita tu sitio web. Solo así podrás ofrecer ese contenido de valor capaz de ayudar al usuario.
Facilita la navegación
La arquitectura de la web debe ser lo más sencilla e intuitiva posible para que el usuario navegue por ella sin ninguna dificultad y sin que le asalten dudas sobre qué paso dar a continuación.
Para fomentar la autonomía del visitante pone en marcha estos tips:
- Apuesta por una estructura basada en la semántica.
- Incluye un buscador interno en la página.
- Incorpora migas de pan.
- Crea enlaces internos vinculando aquellas páginas que muestran una información relacionada.
- Selecciona y jerarquiza las categorías y subcategorías de forma lógica.
No te olvides de incluir llamadas a la acción claras animando al visitante a que efectúe esa acción concreta que tú deseas en tu página.
Algunos ejemplos que puedes incorporar son: “Haz clic aquí”, “Descargar ahora”, “Contacta ahora”, “Aprende más sobre X”, “Suscríbete aquí”, “Cuéntame más” o “Reserva tu plaza”.
Apuesta por un diseño y desarrollo web sencillo
En la sencillez reside la clave de la perfección. El impacto visual de una web es importante, pero siempre debe estar en consonancia con la usabilidad facilitando la navegación. Busca una paleta de colores agradable a la vista, en armonía con tu imagen de marca y que no caiga en la estridencia.
Coloca aquellos elementos más importantes (logotipo, menú, barra de buscador, cajetín de suscripción,…) en la parte superior de la web. El patrón de lectura en la red sigue la forma de F.
Por lo tanto, en primera instancia el visitante iniciará su navegación mirando hacia la esquina superior izquierda de tu web y desplazando la vista hacia la derecha para continuar deslizándose en scroll. A través de los mapas de calor podrás comprobarlo fácilmente.
Por su parte, el desarrollo web debe tener como finalidad principal proporcionar una navegación cómoda y responsiva tanto si el usuario accede desde su ordenador como si lo hace desde su smartphone. Si no es así, estarás perdiendo oportunidades de conversión muy valiosas.
Acelera la carga de tu web
De acuerdo a un estudio elaborado por Google en 2016, el 53% de los usuarios móviles abandona los sitios web que tardan más de 3 segundos en cargarse. Asimismo, esta misma investigación puso de relevancia que las páginas que cargaron en 5 segundos tuvieron sesiones un 70% más largas y tasas de rebote más bajas (en torno al 35%). Como puedes ver, que una web cargue de forma rápida es esencial para la usabilidad web.
Como paso previo, comprueba la velocidad de carga de tu web, no vaya a ser que sea óptima y te empecines en mejorarla sin necesidad. Para ello puedes utilizar PageSpeed Insights. La propia herramienta gratuita te va a aconsejar sobre aquellos pasos a dar para mejorar el rendimiento de tu web.
¿Cómo comprobar la usabilidad de una página web?
Testear es el único camino para comprobar que tu página es usable para el visitante. La usabilidad web no es algo que se consigue de un día para otro. Es una labor que requiere de constancia. Revisar, probar y optimizar de forma paulatina te llevará a alcanzar esa deseada usabilidad.
Ahora ya sabes qué es la usabilidad de una página web y cómo puedes comenzar a mejorarla.
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